10. El crecimiento de Enoc

“El hombre no es lo que podría ser y lo que es la voluntad de Dios que sea. El fuerte poder de Satanás sobre la raza humana los mantiene en un nivel bajo; pero esto no tiene por qué ser así, de lo contrario Enoc no podría haber llegado a ser tan elevado y ennoblecido como para caminar con Dios. El hombre no necesita dejar de crecer intelectual y espiritualmente durante su vida. Pero las mentes de muchos están tan ocupadas consigo mismas y con sus propios intereses egoístas que no dejan lugar para pensamientos más elevados y nobles. Y el nivel de los logros intelectuales y espirituales es demasiado bajo. En muchos, cuanto más responsable es el puesto que ocupan, más contentos están consigo mismos; y abrigan la idea de que la posición le da carácter al hombre. Pocos se dan cuenta de que tienen ante sí una obra constante para desarrollar la paciencia, la simpatía, la caridad, la conciencia y la fidelidad, rasgos de carácter indispensables para quienes ocupan puestos de responsabilidad.” (4TPI 547)

“Cristo vino al mundo para salvarlo, para conectar al hombre caído con el Dios infinito. Los seguidores de Cristo deben ser canales de luz. Manteniendo la comunión con Dios, deben transmitir a los que están en la oscuridad y en el error las bendiciones escogidas que reciben del cielo. Enoc no se contaminó con las iniquidades existentes en su día; ¿Por qué necesitamos esto en nuestro día? Pero podemos, como nuestro Maestro, tener compasión por la humanidad que sufre, piedad por los desafortunados y consideración generosa por los sentimientos y necesidades de los necesitados, los atribulados y los desesperados.” (5TPI 113)

“Si el ministro cristiano recibe el aceite, tiene vida; y donde hay vida, no hay estancamiento, ni experiencia empequeñecida. Hay un crecimiento constante hasta la plena estatura de Cristo Jesús. Si tenemos una experiencia profunda y creciente en las cosas celestiales, caminamos con el Señor, como lo hizo Enoc. En lugar de consentir las proposiciones de Satanás, hay una oración muy ferviente por la unción celestial, para que podamos distinguir lo correcto, lo nacido del cielo, de lo común.” (TM 338)

“Sean hombres de Dios, del lado de los ganadores. El conocimiento está al alcance de todos los que lo deseen. Dios diseña que la mente se vuelva fuerte, pensando más profundo, más completo, más claro. Camina con Dios como lo hizo Enoc; haz de Dios tu consejero y no podrás sino mejorar.” (1MCP 226)