Lección 6: Para el 9 de agosto de 2025
A TRAVÉS DEL MAR ROJO
Sábado 2 de agosto
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA:
Éxodo 12:31–36; Santiago 2:17–20; Éxodo 13:1–14:31; Hebreos 11:22; Éxodo 15:1–21; Apocalipsis 15:2–4.
PARA MEMORIZAR:
“Pero Moisés dijo al pueblo: ‘No teman. Manténganse tranquilos, y verán la salvación que el Señor les dará hoy. Porque esos egipcios que hoy ven, nunca más los verán. El Señor peleará por ustedes. Estén tranquilos’” (Éxo. 14:13, 14).
¿Por qué el Éxodo es un acontecimiento central en el Antiguo Testamento?
El Éxodo es la experiencia más dramática y gloriosa del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Este acontecimiento es el modelo divino de cómo Dios derrotó a los enemigos de los hebreos e introdujo victoriosamente a los israelitas en la Tierra Prometida.
También es un símbolo de la salvación y la redención en Cristo.
¿Qué revela el Éxodo sobre la incapacidad humana y la necesidad de un Salvador?
Desde el punto de vista humano, los hijos de Israel se encontraban en una situación desesperada, de la que no podían librarse por sí mismos. Solo Dios podía salvarlos.
Lo mismo ocurre con nosotros y el pecado: estamos en una situación desesperada. Necesitamos algo aún más dramático que el éxodo: la cruz de Cristo y lo que él hizo allí por nosotros.
¿Qué relación hay entre el éxodo, los milagros y la música de alabanza?
Los acontecimientos relacionados con la salida de Israel de la tierra de Gosén, mencionados en Éxodo 12 y rememorados en el cántico de Moisés, alegremente entonado en Éxodo 15, son sobrecogedores y asombrosos.
Las señales, prodigios y milagros portentosos de Dios alcanzan su apogeo en ese contexto.
¿Por qué el éxodo es solo una sombra de lo que Cristo hizo por nosotros?
Pero ni siquiera eso es comparable con lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz, de lo cual el drama del éxodo fue una mera prefiguración.
Lección 6 | Domingo 3 de agosto
VAYAN Y ADOREN AL SEÑOR
¿Qué ocurrió en Egipto la noche de la Pascua?
En la noche de Pascua, el juicio divino fue ejecutado sobre quienes no estaban cubiertos por la sangre (Éxo. 12:1–12). Nadie escapó debido a su posición, educación, estatus social o género.
El castigo alcanzó a todas las familias, desde el faraón hasta los esclavos, e incluso a los primogénitos de los animales. El orgullo de Egipto estaba por los suelos.
¿Por qué fue sorprendente la petición del faraón a los hebreos?
Cuán interesante es la petición del faraón a los hebreos cuando les permitió ir a adorar: “Y bendíganme a mí”, o “rueguen a Dios por mí” (DHH).
¿Por qué pediría eso el rey de Egipto, un presunto “dios” en la Tierra y entre su pueblo? Parecía que había comprendido el poder del Dios de los hebreos y deseaba beneficiarse de él.
¿Podía Dios bendecir a alguien en rebelión?
Sin embargo, ¿cómo podía Dios bendecirlo mientras estaba sumido en la rebelión, la terquedad, el pecado y el orgullo?
Aunque dio finalmente su consentimiento, no fue por sumisión a la voluntad de Yahvé, sino por la derrota que había sufrido.
No estaba arrepentido, como lo revelarían sus acciones posteriores. Simplemente, quería detener la devastación que estaba destruyendo su reino.
¿Qué reveló la actitud final del faraón sobre su carácter?
Faraón fue humillado y dio permiso a Israel para salir de Egipto ante las trágicas consecuencias de la peor plaga.
Permite ahora lo que se negó a conceder tantas veces antes, cuando demostró que no le importaba el sufrimiento que sus acciones acarreaban a su nación.
¿Cómo reaccionó el pueblo egipcio ante la partida de los hebreos?
Comprensiblemente, el pueblo egipcio también deseaba que los hebreos se fueran.
Por favor, váyanse o “todos moriremos”, dijeron.
¿Qué hizo Dios para facilitar la salida de su pueblo?
Mientras tanto, Dios hizo provisión para que los israelitas no salieran de Egipto con las manos vacías, sino con lo que necesitarían para lo que resultó una experiencia mucho más prolongada que lo previsto.
¿Cómo compensó Dios los años de esclavitud sufridos por los hebreos?
Los egipcios dieron a los hebreos preciosos artículos para apresurar la salida de ellos del país.
Por otra parte, lo recibido eran salarios negados a los israelitas durante siglos de esclavitud.
Seguramente los egipcios consideraron aquello como algo muy módico con tal de sacar a los hebreos de su tierra.
Lunes 4 de agosto | Lección 6
LA CONSAGRACIÓN DEL PRIMOGÉNITO
¿Por qué era necesario que el pueblo actuara en armonía con su fe?
El tiempo prometido de la redención, de la liberación, estaba a punto de llegar. El pueblo debía estar preparado.
No bastaba con creer, debían actuar en consecuencia. Dios les había dicho lo que tenían que hacer; ahora tenían que hacerlo por fe.
Aunque en un contexto totalmente diferente de aquel en el que Santiago estaba escribiendo, el principio destacado es en ambos casos el mismo: “¿Quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras está muerta?” (Sant. 2:20).
¿Cuál fue la orden de Dios respecto a los primogénitos y por qué era importante?
Dios protegió misericordiosamente a las familias israelitas que estaban, por así decirlo, bajo la sangre porque habían marcado por fe los dinteles de sus puertas.
Estas nuevas instrucciones vinieron del Señor a través de Moisés: “Conságrame todo primogénito varón” (Éxo. 13:2). Esta legislación era válida tanto para los humanos como para los animales.
¿Qué principio espiritual se manifiesta en la consagración del primogénito?
Un principio que subyace tras este mandato es que todo debe pertenecer a Dios pues es nuestro Creador y el Dueño de cuanto existe:
“El Señor es la tierra y su plenitud, el mundo y los que habitan en él” (Sal. 24:1).
“Mía es la plata, mío es el oro —dice el Señor Todopoderoso—” (Hag. 2:8).
Los primogénitos de los israelitas eran el primer fruto de las bendiciones concedidas a ellos por Dios. Eran también una señal de su total consagración a él y de que comprendían que todo lo que poseían procedía solo de él.
¿Qué relación tiene este mandato con la redención y la salvación?
También vemos aquí la idea de redención, de salvación. Los primogénitos se libraban de la muerte porque estaban cubiertos o salvaguardados por la sangre.
Fueron redimidos de la muerte como lo son quienes están bajo la sangre de Jesús. Como dice Pablo acerca de Jesús: “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados” (Col. 1:14).
¿Qué instrucciones específicas dio Dios respecto a la presentación de los primogénitos?
Dios dio a los hebreos ciertas normas acerca de cómo debía ser presentada la ofrenda correspondiente en celebración de su liberación de la esclavitud en Egipto.
Los animales debían ser sacrificados, pero los hijos debían ser redimidos (Éxo. 13:12, 13, 15).
Lección 6 | Martes 5 de agosto
EL CRUCE DEL MAR ROJO
¿Cómo salieron los israelitas de Egipto según las instrucciones divinas?
En armonía con las instrucciones dadas por Dios a Moisés, los israelitas salieron de Egipto como un ejército bien organizado.
Los términos hebreos tsabaʼ y maḥaneh, traducidos como “ejércitos”, “escuadrones”, “campamento” y “huestes”, atestiguan esa descripción (Éxo. 6:26; 7:4; 12:17, 41, 51; 14:19, 20; compárese con Éxo. 13:18).
Los hebreos se dividieron en unidades y marcharon como un ejército. Más tarde, Balaam vio desde las colinas de Moab que Israel estaba “acampando por tribus” (Núm. 24:2, NVI).
Mientras tanto, “Moisés llevó consigo los huesos de José” (Éxo. 13:19). Este es un detalle muy importante del texto, y revela el cumplimiento de las promesas de Dios en respuesta a la fe de José, quien nunca perdió de vista la Tierra Prometida aun en medio del esplendor y los privilegios de Egipto.
¿Por qué fue importante que Moisés llevara consigo los huesos de José?
Pidió que sus huesos fueran llevados a la tierra de Canaán (Gén. 50:24, 25). Creía que el Señor visitaría a Israel en Egipto y lo llevaría a la tierra, como había jurado (Heb. 11:22).
Cuando Israel llegó a Canaán, los huesos de José fueron sepultados en Siquem (Jos. 24:32).
¿Qué representaban la nube y la columna de fuego para el pueblo?
La columna de nube y de fuego eran los signos visibles de la presencia de Dios entre su pueblo.
El Señor habitaba allí y se comunicaba con ellos también desde la nube (Éxo. 14:24; Núm. 12:5, 6).
¿Cuál fue la verdadera motivación del faraón para perseguir al pueblo?
El faraón reveló ahora los verdaderos motivos de su corazón. No estaba convertido y nunca se arrepintió de verdad.
Su petición a Dios para que lo bendijera era una farsa, tal vez un autoengaño. Reunió a su ejército y fue tras sus esclavos fugitivos. ¡Cuán totalmente cegado por el pecado estaba realmente este hombre!
¿Cómo reaccionó el pueblo al ver venir al ejército egipcio?
Cuando el pueblo vio venir al ejército del faraón, pronunció palabras y expresó sentimientos de los que se harían eco más de una vez:
“No había sepulcros en Egipto, que nos sacasen a morir en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros al sacarnos de Egipto?” (Éxo. 14:11).
¿Qué revela esta reacción sobre la fe del pueblo?
Aun después de haber visto manifestaciones tan dramáticas del poder de Dios, que incluyeron el libramiento de sus hijos primogénitos, el pueblo seguía mostrando una asombrosa falta de fe.
Miércoles 6 de agosto | Lección 6
AVANZANDO POR FE
A pesar de su falta de fe, ¿cómo animó Moisés al pueblo?
Puesto que Moisés confiaba de todo corazón en Dios y en su Palabra, animó al pueblo.
Presentó cuatro puntos cruciales acerca de cómo actuar en situaciones difíciles:
¿Por qué les dijo Moisés “No teman”?
- “No teman” (Éxo. 14:13).
El primer llamamiento es a confiar en el Señor, pues solo así es posible vencer el temor. Isaías nos recuerda esta verdad al afirmar que los creyentes están en las manos de Dios y que Él actuará en favor de ellos si lo aceptan como su Dios y Señor: “No temas, que yo estoy contigo. No desmayes, que yo soy tu Dios […]. Porque yo, el Señor, soy tu Dios, que te sostiene de tu mano derecha y te dice: ‘No temas. Yo te ayudo’” (Isa. 41:10, 13).
¿Qué significa “Manténganse tranquilos”?
- “Manténganse tranquilos” (Éxo. 14:13).
“Mantenerse tranquilos” no significa solo dejar de murmurar y esperar grandes cosas, sino confiar en Dios y esperar pacientemente su poderosa intervención, ya que él actuará.
¿Qué implicaba la promesa de ver la salvación de Dios?
- “Verán la salvación que el Señor les dará hoy” (Éxo. 14:13).
Para que nuestra fe crezca, es importante reconocer el liderazgo y la ayuda de Dios, y agradecer su asistencia prometida. “Ver” significa abrir los ojos (porque la incredulidad es ciega). Solo Dios puede proporcionar la victoria, la seguridad y la salvación. Dios siempre está disponible, cuidando de nosotros y proveyendo lo que necesitamos en el momento apropiado.
¿Qué significa que el Señor peleará por su pueblo?
- “El Señor peleará por ustedes” (Éxo. 14:14).
Esto indica lo que Dios hará: luchará personalmente por su pueblo. El Calvario es la prueba definitiva de ello, pues en la cruz Cristo derrotó a Satanás para darnos la vida eterna (Juan 5:24; Heb. 2:14; Apoc. 12:10, 11). Incluso los egipcios reconocieron que el Señor luchaba por los israelitas (Éxo. 14:25).
¿Qué instrucciones específicas dio Dios para atravesar el mar?
La orden dada por Dios a Moisés fue clara: “Marchen”. Dios desplegó su plan de acción paso a paso:
- El ángel de Dios y la columna de nube se desplazaron desde la parte delantera del campamento de Israel y se situaron detrás de ellos, protegiéndolos del ejército egipcio.
- Moisés extendió por fe su mano sobre el mar.
- El Señor dividió el agua y la secó con un fuerte viento.
- El resultado fue que los israelitas atravesaron el mar con seguridad y sobre tierra seca hasta la otra orilla.
Los egipcios los persiguieron ciegamente pues se negaron a ver que Dios estaba haciendo cosas extraordinarias por su pueblo hasta que fue demasiado tarde, como lo reveló su confesión en Éxodo 14:25.
Lección 6 | Jueves 7 de agosto
EL CÁNTICO DE MOISÉS Y DE MARÍA
¿Qué importancia tuvo la derrota del ejército egipcio?
Todo el ejército egipcio fue derrotado y nadie sobrevivió, incluido el faraón (ver Sal. 136:15).
Fue una derrota impresionante para los egipcios y una victoria completa para el pueblo de Dios.
No es de extrañar que, a lo largo de toda su historia y hasta el día de hoy, los judíos revivan este incidente.
¿Por qué se cantó este cántico y qué expresa sobre Dios?
Este cántico alaba al Señor porque es un Guerrero poderoso que derrotó a quienes se oponían a su pueblo.
Moisés desarrolla personalmente este tema subrayando que el Señor, su Dios, es también su fortaleza, su canción y su salvación.
Nadie es como él, “magnífico en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas” (Éxo. 15:11).
¿Qué aspectos de Dios destaca el cántico de Moisés?
El cántico de Moisés habla de quién es Dios y de lo que hace.
El Señor es exaltado, alabado y admirado por su extraordinaria obra en favor de su pueblo.
La gratitud y la adoración son el resultado natural de la bondad de Dios para con nosotros.
El aprecio por su amor es el prerrequisito para disfrutar de una vida espiritual vibrante.
El amor inquebrantable de Dios es especialmente enfatizado y glorificado porque él conducirá al pueblo que ha redimido hasta su santa morada.
Moisés predice que Dios establecerá el Santuario en el monte de Su heredad (Éxo. 15:17) en referencia a Sion y al templo de Jerusalén.
¿Cómo aparece este cántico en el Apocalipsis?
En Apocalipsis 15:2 al 4, los redimidos cantan el cántico de Moisés y del Cordero.
¿Puedes imaginar cómo sonará en el Cielo esta alabanza a Dios por sus grandes y maravillosas obras, por sus juicios justos y verdaderos, por sus acciones justas y su santidad?
¿Qué significa que todas las naciones le adorarán?
Observa lo que dice la última línea del cántico: “Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus actos de justicia han quedado manifiestos” (vers. 4).
Es decir, cuando los juicios de Dios, especialmente los que tienen que ver con el mal y la opresión que durante milenios han quedado impunes, se hayan manifestado, los redimidos de las naciones lo alabarán por esos juicios.
Viernes 8 de agosto | Lección 6
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
¿Qué podemos aprender del capítulo “El Éxodo” de Elena de White?
Lee el capítulo titulado “El Éxodo” en el libro Patriarcas y profetas, de Elena de White, pp. 286–295.
¿Cómo veía Dios a los israelitas en medio de sus debilidades?
Dios estaba con los israelitas a pesar de la escasa fe de ellos. Deseaba instruirlos y guiarlos a fin de que pensaran y se comportaran como su pueblo elegido.
Dios los guio pacientemente y los llevó a un lugar donde encontrarían menos desafíos.
¿Qué comenta Elena de White sobre el carácter del pueblo?
Elena de White dice lo siguiente al respecto:
“Los israelitas estaban pobremente preparados para un encuentro con ese pueblo poderoso y belicoso.
Tenían un conocimiento muy limitado de Dios y poca fe en él, y se habrían aterrorizado y desanimado.
Carecían de armas y no estaban habituados a la guerra;
tenían el espíritu deprimido por su prolongada servidumbre, y se hallaban estorbados por las mujeres y los niños, los rebaños y las manadas.
Al dirigirlos por la ruta del Mar Rojo, el Señor se reveló como un Dios compasivo y juicioso”
(Patriarcas y profetas, p. 287).
¿Qué añade el Comentario bíblico Andrews sobre el cántico de Moisés?
El Comentario bíblico Andrews añade lo siguiente:
“La certeza de este acto redentor de Dios en la historia nos asegura que lo que tenemos que enfrentar no nos derrotará.
La última estrofa se centra en los enemigos futuros que tendrían que ser enfrentados en la conquista de Canaán.
Por causa del ‘brazo poderoso’ (RVC) de Dios, enmudecieran ‘como una piedra’ (v. 16).
Cuando enfrentamos ciertas imposibilidades, cuando nos sentimos acorralados y no sabemos adónde acudir, podemos encontrar seguridad en ‘el cántico de Moisés’, porque conmemora un gran acontecimiento de la historia del pueblo de Dios”
(Comentario bíblico Andrews, t. I, p. 250).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
- ¿Por qué nos encontramos tan a menudo en la posición de los hebreos después de su increíble liberación de Egipto, pero antes del desafío del Mar Rojo?
Es decir, ¿por qué nos sigue resultando tan fácil mostrar y expresar falta de fe a pesar de tantas demostraciones divinas de bondad y amor para con nosotros? - ¿Por qué el faraón siguió persiguiendo a Israel después de todo lo sucedido, incluida la muerte de los primogénitos?
¿Qué debería decirnos esto acerca de cuán peligroso es para cualquiera de nosotros endurecerse a causa del pecado o el rencor? - Aunque todos enfrentamos a veces pruebas terribles, muchos hemos tenido (y seguimos teniendo) días muy buenos y momentos en los que no nos ocurre nada malo a nosotros ni a nuestros seres queridos.
¿Por qué deberíamos considerar esos momentos como una demostración de la gracia y la protección de Dios, sobre todo en vista de que vivimos en territorio “enemigo”?
Es decir, ¿por qué deberíamos acordarnos siempre de alabar a Dios en los buenos tiempos, ya que no sabemos de qué calamidades hemos sido librados?
EL SÁBADO ENSEÑARÉ…
RESEÑA
Texto clave: Éxodo 14:13, 14, 30, 31.
Enfoque del estudio: Éxodo 12:31–15:21.
Introducción
¿Por qué el éxodo es considerado el evento más extraordinario del Antiguo Testamento?
El éxodo es el evento más extraordinario de la historia del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento y aquel en el que intervino de la manera más espectacular.
Después de comer el cordero pascual, los israelitas estaban listos para salir de Egipto. El faraón dio finalmente su consentimiento.
¿Quiénes salieron de Egipto y en qué condiciones?
Muy angustiado, el gobernante egipcio ordenó a Moisés y Aarón que fueran a adorar a su Dios.
Todos estaban incluidos: hombres, mujeres, niños y rebaños.
Anteriormente, Moisés se había negado a partir si no se permitía a los israelitas hacerlo como familias completas además de su ganado.
Dios proveyó también para el futuro de su pueblo, pues no salieron de Egipto con las manos vacías.
¿Qué les entregaron los egipcios a los israelitas al salir?
Además de rogar a los israelitas que abandonaran el país, los egipcios les dieron todo lo que pidieron: plata, oro y vestiduras, tal como Moisés les había ordenado.
Estos artículos fueron una compensación por la remuneración que les había sido injustamente retenida durante tanto tiempo.
¿Cómo se usarían esos bienes que recibieron?
Más tarde, los israelitas se enfrentarían a la disyuntiva de cómo utilizar estos dones.
¿Ofrecerían las telas, los ornamentos preciosos, el oro, la plata y otros materiales para construir el Tabernáculo (Éxo. 25:1–7)?
¿O darían las joyas de oro a Aarón para fabricar el becerro idolátrico de oro (Éxo. 32:1, 2)?
¿Cómo estructura el relato la idea de “salida”?
El tema de la “salida” se subraya tanto al principio del relato (Éxo. 12:37–41) como en su progresión (Éxo. 13:21, 22), y en la conclusión, donde se destaca que “el Señor salvó […] a Israel” (Éxo. 14:30, 31).
COMENTARIO
Antecedentes históricos
¿Qué contexto histórico presenta Éxodo 12?
Para comprender el trasfondo histórico de Éxodo 12, considera lo siguiente:
1. ¿Cuánto tiempo estuvo Israel en Egipto y qué implicó su salida?
Después de 430 años de permanencia en Egipto, Israel era ahora libre para viajar a la Tierra Prometida.
Debido a la repetición de la palabra hebrea wayehí en Éxodo 12:41, traducida en distintas versiones bíblicas como “sucedió” (LBLA) o “fue precisamente ese día” (NVI), el texto enfatiza la idea de que “el mismo día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, salieron de Egipto todos los ejércitos del Señor”.
En un primer momento, solo José estaba en Egipto; luego llegó toda la familia de Jacob.
Al principio eran setenta personas (Éxo. 1:5), pero ahora eran “como seiscientos mil hombres en edad de ir a la guerra, sin contar las mujeres y los niños” (Éxo. 12:37; comparar con Éxo. 38:26), lo que significa que quienes salieron de Egipto fueron unos dos millones de personas.
2. ¿Cómo estaban organizados los israelitas para esta salida?
Moisés recibió entrenamiento militar durante su permanencia en el palacio del faraón, por lo que sabía cómo organizar a un número tan enorme de personas.
El texto bíblico indica que el Señor “sacó de Egipto a los israelitas, ordenados como un ejército de combate” (Éxo. 12:51; NTV).
La palabra hebrea tsabá, usada aquí, significa “unidades o batallones militares”.
3. ¿Cómo fue posible que se desplazaran tan rápidamente?
Israel estaba bien organizado; sin embargo, se recuerda que la caravana “sólo podía viajar tan rápido como sus integrantes menos resistentes, normalmente niños, ancianos, rebaños y manadas”.
2. ¿Cuándo ocurrió el éxodo y cómo se interpreta el período de 430 años?
El éxodo ocurrió probablemente en marzo del año 1450 a. C., según los mejores cálculos de los eruditos conservadores, lo que significa que el inicio de los 430 años de permanencia de los israelitas en Egipto se remontaría al año 1880 a. C.
¿Cómo debe ser computada la extensión de este período?
Hay dos puntos de vista entre los eruditos conservadores acerca del cómputo correcto:
- 430 años desde el tiempo de José hasta el éxodo,
- 430 años desde Abraham hasta el éxodo.
Un análisis de estas dos opciones acerca de la permanencia en Egipto, ya sea solo “en la tierra de Egipto” (según el texto masorético hebreo del Antiguo Testamento) o “en la tierra de Canaán” y “en la tierra de Egipto” (según el Pentateuco Samaritano y la traducción griega antigua del Antiguo Testamento, la Septuaginta), además de la evidencia favorece una permanencia más breve.
Este análisis está disponible en el Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 1, pp. 194–196, 313–315, 557.
El Señor luchará por ustedes; ¡no pierdan la calma!
¿Qué situación enfrentaban los israelitas al llegar al Mar Rojo?
Los israelitas estaban geográficamente acorralados.
Ante ellos estaba el Mar Rojo, a un lado había montañas, y detrás de ellos estaba el poderoso y bien entrenado ejército del faraón.
Humanamente hablando, era imposible escapar de esa situación.
El pueblo estaba aterrorizado.
¿Cómo animó Dios al pueblo a través de Moisés?
No es de extrañar que Dios los animara por medio de Moisés con las siguientes palabras:
“No teman. Manténganse tranquilos, y verán la salvación que el Señor les dará hoy” (Éxo. 14:13).
Mantener la calma y esperar la intervención de Dios no es natural para nosotros.
Queremos luchar cuando deberíamos, en cambio, esperar la intervención de Dios, guardar silencio y avanzar por su gracia y su poder.
¿Qué hizo Dios para liberar a su pueblo en este momento?
Era un momento de gran tensión. ¿Cómo reaccionaría el pueblo?
El desarrollo de los acontecimientos fue extraordinario:
- Dios dio la orden de avanzar.
- La columna de nube, que representaba la presencia invisible de Dios, se trasladó de la parte delantera a la retaguardia del pueblo, interponiéndose “entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel” (Éxo. 14:20).
- Moisés extendió su mano.
- Un viento del este dividió las aguas y dejó al descubierto la tierra seca.
Israel marchó a través del corredor abierto en medio del mar.
Los egipcios intentaron perseguirlos, pero el Señor confundió al ejército del faraón, y todos los soldados se ahogaron mientras que los israelitas llegaron a salvo al otro lado del Mar Rojo.
Así experimentaron la espectacular victoria de Dios al salvarlos.
¿Por qué fracasaron los egipcios al intentar perseguir al pueblo?
Egipto representa a quienes se oponen a Dios y lo rechazan.
Los egipcios fracasaron por dos motivos:
- Se rebelaron obstinadamente contra Dios, y
- Desearon capturar y esclavizar a los israelitas.
La codicia y la violencia los llevaron a la destrucción.
Había una enorme diferencia entre servir al Señor —quien concedía gracia, libertad y salvación— y servir al rey egipcio, símbolo de opresión y muerte.
El servicio impuesto por el faraón se caracterizaba por la obediencia ciega, las órdenes aterradoras, la esclavitud y, en última instancia, la muerte.
El Señor salva
¿Cuál es el mensaje teológico central del libro de Éxodo?
En el centro mismo del libro de Éxodo se encuentra la frase crucial:
“El Señor salvó ese día a Israel” (Éxo. 14:30).
Esa declaración es el núcleo teológico de todo el libro, pues todo fluye hacia ella o desde ella.
Es la única ocasión en que se dice de forma explícita que “el Señor salvó”.
¿Qué significa que “el Señor salvó” a Israel?
Esta frase en Éxodo es el centro teológico del libro. La salvación vino del Señor.
El verbo hebreo yasha’ está repleto de teología, ya que significa “salvar”, “rescatar”, “redimir”, y forma parte del nombre de Jesús (y de Josué e Isaías entre otros), que significa “el Señor salva” (ver Mat. 1:21).
Dios salvó a todos los israelitas, mientras que todo el ejército del faraón pereció:
“No quedó ni uno de ellos” (Éxo. 14:28).
La victoria del Señor fue gloriosa y total.
¿Cuál fue la reacción de los israelitas ante la intervención divina?
En respuesta a la poderosa liberación divina en favor de ellos, los israelitas reverenciaron a Dios y confiaron en él (Éxo. 14:31).
El texto menciona que esta reacción positiva ocurrió cuando vieron el despliegue del gran poder del Señor contra los egipcios.
Probablemente el objetivo del faraón y su ejército había sido matar a muchos de los israelitas como demostración de su poder y volver a esclavizarlos amargamente al resto.
Esto no ocurrió gracias a la amorosa y justa intervención de Dios. La respuesta de Israel fue prorrumpir en alabanzas expresadas en forma de cántico.
Los cánticos de Moisés y María
¿Por qué Moisés ordena cantar al Señor tras el cruce del mar?
Como broche de oro del milagro del éxodo, Moisés ordena a los israelitas que alaben al Señor mediante un cántico cuya letra consta de una exquisita poesía cargada de ricas imágenes (el trasfondo de esta alabanza grupal se encuentra en Éxo. 15:1–19).
Los cánticos de Moisés y María eran expresiones de victoria y gratitud. El Señor es presentado en ellos como poderoso Guerrero.
La frase culminante es:
“El Señor reinará por los siglos de los siglos” (Éxo. 15:18).
Y puesto que él es el Rey exaltado y eterno, Moisés declara que el Señor es su fortaleza, su canción, su salvación y su Dios; por eso lo alabará y lo exaltará (Éxo. 15:1, 2).
Nadie es como él, “magnífico en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas” (Éxo. 15:11).
¿Qué contenido profético y litúrgico tiene este cántico?
Moisés se dirige al Señor y lo glorifica:
“Con la grandeza de tu poder has trastornado a los que se levantaron contra ti” (Éxo. 15:7),
y continúa:
“En tu bondad condujiste a este pueblo que rescataste; lo llevaste con tu poder a tu santa morada” (Éxo. 15:13).
Este lugar, al que se hace referencia en Éxodo 15:17, se denomina “santuario” y está situado “en el monte de tu herencia”.
El poema es un cántico profético que tiene en mente el templo de Jerusalén.
¿Qué estructura temática tiene el cántico?
La canción está formada por siete estrofas temáticas:
- La exaltación de Dios (vers. 1–3)
- La victoria del Señor sobre el faraón (vers. 4, 5)
- La majestuosa grandeza de Dios (vers. 6, 7)
- El poder creador y el juicio del Señor (vers. 8–10)
- La singularidad de Dios (vers. 11)
- El amor del Señor y la redención de su pueblo en medio de sus enemigos (vers. 12–16a)
- El descanso que Dios da como Rey a su pueblo en la Tierra Prometida (vers. 16b–18)
En Éxodo 15:6, 11 y 16 se repiten dos frases como un recurso literario.
El poema se hace eco del relato de la Creación de Génesis 1 y 2, y señala así un nuevo comienzo para el pueblo de Dios: la creación de Israel como nación recién liberada.
¿Cuál fue el papel de María y qué diferencia su cántico?
María era considerada una profetisa. Su breve cántico (Éxo. 15:21) repite muchos de los motivos del de Moisés (Éxo. 15:1), pero hay una diferencia importante entre ambas expresiones de alabanza.
María insta enfáticamente (usa una forma verbal imperativa) a todas las mujeres a alabar al Señor con panderos.
Su corazón rebosaba de gratitud y, junto a las demás en la expresión del mismo sentimiento, lo expresó con música y danza.
¿Cómo se relacionan ambos cánticos?
Lo más probable es que ellas entonaran el cántico, de manera alternada o responsiva, alternando con las primeras líneas del cántico de Moisés, ahora repetido en forma coral.
¿Cómo se conectan los cánticos de Moisés con el mensaje escatológico?
En el mar de cristal, los redimidos cantarán el cántico de Moisés y del Cordero (Apoc. 15:2–4).
Estos himnos de liberación y victoria reflejan el amor, la justicia y el poder de Dios.
¿Cómo usó Pablo el cruce del Mar Rojo como símbolo espiritual?
El apóstol Pablo emplea la imagen del cruce del Mar Rojo como metáfora del bautismo de Israel en Cristo (ver 1 Cor. 10:2).
APLICACIÓN A LA VIDA
1. ¿Qué significa mantener la calma para recibir la liberación de Dios?
Confiar en el Señor y en sus promesas es a menudo difícil, especialmente en tiempos peligrosos, cuando su ayuda no es visible y no llega inmediatamente.
¿Qué significa mantener la calma para ver la liberación de Dios?
2. ¿Cómo responde Dios a nuestras crisis y qué se espera de nosotros?
El Señor dijo a Moisés que no solo orara, sino también siguiera adelante.
¿Lucha Dios en lugar de nosotros en todas las situaciones de la vida o espera que hagamos nuestra parte en respuesta a su conducción?
¿Cómo podemos saber cuándo esperar y cuándo actuar?
3. ¿Por qué necesitamos tanto el consuelo de la frase “No temas”?
¿Por qué necesita Dios a menudo animarnos diciéndonos: “No temas”?
¿Por qué nos desanimamos tan fácilmente?
4. ¿Cómo fue glorificado Dios mediante la derrota de Egipto?
¿Cómo fue glorificado el Señor mediante la derrota del faraón y su ejército?
¿En qué consiste la gloria de Dios?
5. ¿Cómo sabían los egipcios que Dios estaba actuando en medio de las plagas?
¿Cómo podían los egipcios saber que Dios estaba actuando mediante las calamidades que se abatían sobre su tierra?
SÁBADO: A TRAVÉS DEL MAR ROJO
¿Qué experiencia inesperada vivieron los israelitas después de ser liberados?
Poco después de que los israelitas fueran libertados de Egipto, Dios los condujo al Mar Rojo y les dijo que acamparan junto a la costa. Los egipcios se arrepintieron de haberlos dejado ir y los persiguieron. Los israelitas quedaron atrapados entre el ejército egipcio y el mar. Estaban aterrorizados y reprendieron a Moisés por haberlos sacado de Egipto.
¿Cómo respondió Dios al temor del pueblo y qué milagro ocurrió?
Pero Dios les dijo que no tuvieran miedo y que se quedaran quietos, y que verían la salvación del Señor. Dios abrió el mar, los israelitas cruzaron a salvo y los egipcios fueron destruidos. Esta experiencia estableció una metáfora para nuestra salvación de la esclavitud del pecado. Cuando enfrentamos el temor, debemos mantenernos firmes en Dios y confiar en que Él peleará por nosotros.
¿Qué implica espiritualmente cruzar el Mar Rojo para el creyente?
El cruce del Mar Rojo simboliza el bautismo y nuestra decisión de seguir a Dios y dejar atrás la esclavitud del pecado. Requiere fe y confianza en el poder de Dios. Es una entrega de todo el yo a Dios, no en un esfuerzo por salvarnos, sino como un reconocimiento de que Él es nuestro Salvador. Nuestra libertad se gana cuando Dios pelea por nosotros, no por nuestras obras.
DOMINGO: VAYAN Y ADOREN AL SEÑOR
¿Cuál fue el mensaje inicial de Dios para Faraón y qué nos dice sobre el carácter divino?
Dios no se presentó ante Faraón exigiendo obediencia por la fuerza. No vino con amenazas, sino con una invitación: “Deja ir a mi pueblo para que me adore en el desierto” (Éxodo 7:16). Dios estaba llamando a su pueblo a adorarlo, a tener comunión con Él, a reconocerlo como su Libertador y Protector. Esta invitación revela el carácter de un Dios de amor que no obliga, sino que llama.
¿Qué implica la adoración verdadera en el contexto de la libertad?
La adoración verdadera solo puede surgir de corazones libres. Dios primero libera, y luego invita a la adoración. El pueblo no podía adorar plenamente a Dios mientras estuviera esclavizado. Esto refleja una profunda verdad espiritual: no podemos rendir verdadera adoración mientras estemos esclavizados por el pecado, el miedo o las mentiras sobre el carácter de Dios. Solo cuando somos liberados podemos adorar con autenticidad.
¿Qué representa el llamado de Dios a adorar en el desierto?
El llamado a adorar en el desierto apunta a una adoración en libertad, lejos de las influencias corruptoras de Egipto. El desierto representa un lugar de dependencia total en Dios, de encuentro con Él, de formación espiritual. Así como los israelitas debían salir de Egipto para adorar, nosotros también debemos salir del mundo y de nuestras falsas ideas para encontrarnos con Dios en espíritu y en verdad.
LUNES: TEMAN AL SEÑOR
¿Qué sucedió tras la liberación del pueblo y qué actitud mostró?
Después de que los israelitas cruzaron el Mar Rojo y vieron cómo el ejército egipcio fue destruido, el pueblo temió al Señor y creyó en Él y en su siervo Moisés (Éxodo 14:31). El temor aquí no se refiere a miedo, sino a reverencia, asombro, admiración y respeto ante el poder salvador de Dios.
¿Qué significa temer a Dios en el contexto bíblico?
Temer a Dios es reconocer su grandeza, su poder y su amor. No es tenerle miedo como a un tirano, sino honrarlo como nuestro Creador y Redentor. El temor del Señor es el principio de la sabiduría (Proverbios 9:10), y nos lleva a vivir en obediencia, no por obligación o terror, sino por amor y gratitud.
¿Cómo se relaciona el temor de Dios con nuestra adoración y obediencia?
El verdadero temor de Dios transforma el corazón. Nos lleva a confiar en Él, a depender de su poder salvador y a vivir en armonía con sus caminos. No es una emoción paralizante, sino una actitud de humildad y entrega. Temer a Dios significa ponerlo en primer lugar, adorarlo sinceramente y obedecerlo de corazón.
MARTES: EL SEÑOR PELEARÁ POR USTEDES
¿Qué situación crítica enfrentaron los israelitas frente al Mar Rojo?
Cuando los israelitas vieron que el ejército de Faraón se acercaba, se llenaron de temor. Se sintieron atrapados entre los egipcios y el mar, y comenzaron a quejarse contra Moisés, diciendo que preferían haber muerto en Egipto que en el desierto (Éxodo 14:10–12). Su reacción revela cuán profundamente la esclavitud había moldeado su pensamiento y cuán poco comprendían el carácter de Dios.
¿Cómo respondió Moisés al miedo del pueblo?
Moisés les dijo: “No teman. Quédense quietos y vean la salvación que el Señor realizará hoy. […] El Señor peleará por ustedes; ustedes quédense tranquilos” (Éxodo 14:13–14). Esta respuesta no apeló a la fuerza humana, sino a la confianza en Dios. En el momento de crisis, la solución no era correr o luchar por sus propios medios, sino permanecer firmes y confiar en el poder divino.
¿Qué enseñanza espiritual extraemos de este evento?
Cuando enfrentamos situaciones imposibles, nuestra tendencia natural es reaccionar con miedo, desesperación o autoprotección. Pero Dios nos invita a confiar en Él, a quedarnos quietos espiritualmente y a permitir que sea Él quien pelee nuestras batallas. Esto requiere una entrega completa de nuestra voluntad a la suya, y una confianza activa en su fidelidad. Es en la quietud confiada donde ocurre la verdadera victoria espiritual.
MIÉRCOLES: SE ABRIÓ EL MAR
¿Qué hizo Dios cuando el pueblo confió en Él?
Dios le dijo a Moisés que levantara su vara sobre el mar, y cuando lo hizo, el Señor envió un fuerte viento que dividió las aguas. Se abrió un camino seco en medio del mar y los israelitas lo cruzaron. Cuando los egipcios intentaron seguirlos, el mar volvió a su cauce y los cubrió. Así fue como el Señor salvó a su pueblo (Éxodo 14:21–31).
¿Por qué es significativo este milagro en la historia bíblica?
El cruce del Mar Rojo no fue solo una liberación física, sino un acto de redención. Fue Dios actuando en favor de un pueblo incapaz de salvarse a sí mismo. Este evento se convirtió en el símbolo por excelencia de la salvación divina, y los profetas y salmistas lo mencionaron muchas veces como ejemplo del poder de Dios para salvar.
¿Cómo se relaciona este acto con nuestra salvación hoy?
Así como los israelitas fueron salvados por el poder de Dios y no por sus propios méritos o fuerzas, nosotros también somos salvados únicamente por la gracia de Dios. El Mar Rojo representa el momento en que decidimos abandonar nuestra vida de esclavitud al pecado y caminar por el camino que Dios abre hacia la libertad. Es una experiencia de fe, confianza y obediencia. También simboliza el bautismo (ver 1 Corintios 10:1–2), el paso decisivo de muerte a vida.
JUEVES: CANTARON UN CÁNTICO
¿Cómo reaccionó el pueblo de Israel después de cruzar el Mar Rojo?
Una vez que el pueblo estuvo a salvo y vio que el ejército egipcio había sido destruido, se llenaron de gozo y gratitud. Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron un cántico al Señor (Éxodo 15:1–21). Fue una alabanza espontánea, llena de emoción, declarando la grandeza de Dios y su poder salvador. El pueblo expresó su fe, su alegría y su reconocimiento de que Dios los había librado con mano poderosa.
¿Qué enseña este cántico sobre el carácter de Dios?
El cántico describe a Dios como fuerte, guerrero, glorioso en santidad, temible en loores, hacedor de maravillas (Éxodo 15:3, 11). Reconoce que Dios no solo es Salvador, sino también guía y protector. También anticipa que Dios conducirá a su pueblo hasta la tierra prometida y establecerá su morada entre ellos. Muestra a un Dios personal, activo, comprometido con el destino de su pueblo.
¿Cuál es el valor de cantar en nuestra vida espiritual?
Cantar es una forma poderosa de adoración. Nos ayuda a grabar verdades espirituales en la mente y el corazón. Eleva nuestro pensamiento, fortalece nuestra fe y expresa lo que a veces las palabras no pueden. El cántico de Moisés se convirtió en una referencia litúrgica y teológica que incluso aparece en el Apocalipsis, donde los redimidos cantan el cántico de Moisés y del Cordero (Apocalipsis 15:3). Alabar a Dios con cánticos es una respuesta natural cuando comprendemos la magnitud de su gracia y poder.
VIERNES: PARA ESTUDIAR Y REFLEXIONAR
¿Qué propósito tiene el relato del Mar Rojo más allá de lo histórico?
La historia del cruce del Mar Rojo no es solo un relato de un evento milagroso del pasado. Es una poderosa ilustración de cómo Dios salva a su pueblo. Muestra que Dios actúa en momentos de crisis, cuando todo parece perdido, y que su poder se perfecciona cuando el ser humano reconoce su impotencia y confía plenamente en Él. Es una lección sobre la gracia, la fe y la salvación.
¿Qué principios espirituales pueden extraerse de este evento?
Esta historia enseña que:
- Dios siempre tiene un plan, aunque nosotros no lo veamos.
- A veces nos lleva a lugares donde debemos depender totalmente de Él.
- El miedo puede nublar nuestra percepción, pero Dios es fiel.
- La salvación no viene por nuestros esfuerzos, sino por su intervención divina.
- La adoración y la alabanza son respuestas naturales a la experiencia de la redención.
¿Cómo podemos aplicar estas verdades en nuestra vida hoy?
Cuando enfrentamos pruebas, Dios nos llama a quedarnos quietos y confiar. Él sigue abriendo caminos donde no los hay. Debemos recordar las victorias pasadas, alabarlo por ellas, y avanzar por fe hacia lo que Él ha prometido. La vida cristiana es un constante cruce de “mares rojos”, donde aprendemos que el Señor pelea por nosotros y que, en su poder, hay verdadera libertad.