SALMO 4 – EL SEÑOR SANA A LOS QUE CONFÍAN EN ÉL

Tú siempre me respondes cuando hablo contigo, oh Creador que corriges lo que está mal en mí. Sanas todas mis heridas, y ahora necesito tu ayuda otra vez. Oh gente egoísta, ¿hasta cuándo mentirán sobre mí? ¿Hasta cuándo se aferrarán a sus fantasías y buscarán falsedades? Comprendan esto: el Señor sana a los que confían en él, los pone en armonía consigo mismo; él escucha cuando le hablo.

Sean apasionados, pero no se desvíen del diseño de Dios para la vida; en silenciosa contemplación examinen su propio corazón y apliquen estas verdades. Entréguenle su corazón a Dios, sacrifiquen sus deseos y confíen en él completamente. Muchas personas oran: “¿No puedes mejorar nuestra vida? Bendícenos, oh Señor, con cosas buenas”. Pero tú has sanado mi corazón—una alegría más grande que la que todas sus posesiones materiales podrían brindar. Cuando duermo, descanso en paz, porque en tus manos solamente, oh Señor, estoy perfectamente seguro.