¿Por qué las naciones de este mundo egoísta están enojadas con el carácter de amor de Dios? ¿Por qué sus pueblos traman cosas inútiles contra el diseño divino? Los líderes del mundo toman posición y los gobernantes se unen para oponerse al Creador, a su diseño para la vida y al que ha sido ungido como nuestro Remedio.
Dicen: “Liberémonos del diseño de Dios y rechacemos sus principios para la vida y la salud”. Pero el Creador, que desde el cielo sostiene la realidad, desprecia su necedad. El Señor sabe que sus palabras no cambian la realidad; no son más que ruido sin sentido.
Con firmeza corrige su falta de entendimiento y combate persistentemente sus falsas ideas, enseñándoles: “Yo he elegido quién reinará en Sion; mi Rey gobernará con una perfección libre de pecado”.
El Rey hará conocer el plan sanador de Dios. “Tú eres mi Hijo —me dijo—; hoy he dado a conocer mi paternidad contigo. Pídeme lo que quieras, y te daré todas las naciones; el mundo entero será tuyo. Los gobernarás con una vara inquebrantable de pastor, hecha de verdad y amor. Destruirás el egoísmo y aplastarás su capacidad de coaccionar y engañar, como el hierro aplasta la cerámica”.
Por eso, gobernantes del mundo, ¡presten atención! Ustedes que dirigen la tierra, han sido advertidos sobre cómo funciona la realidad. Vivan en armonía con Dios y con sus diseños, con humildad y reverencia, y celébrenlo con entusiasmo.
Reciban al Hijo con un corazón lleno de amor, no sea que él los deje seguir su camino y mueran por causa de su condición terminal. Podría soltarlos a su elección en cualquier momento. Felices y sanos son los que permanecen unidos a él.