SALMO 1 – DELEITE EN LOS MÉTODOS DE DIOS

Felices y saludables son aquellos que se niegan a escuchar a los egoístas, o a practicar los métodos de explotación, o a desarrollar mentes que se burlan de Dios y de sus diseños.

En cambio, se deleitan en los métodos y diseños (leyes) de Dios; los estudian, los adoran y los interiorizan constantemente, como el día sigue a la noche.

Son como árboles plantados junto a un arroyo, absorbiendo alimento que da vida y produciendo fruto de un carácter piadoso que no se marchita ni muere. Todo lo que hacen prospera.

Pero la vida no es posible para los malvados, aquellos que prefieren los métodos del egoísmo. Están fuera de armonía con el diseño de Dios para la vida y son como cáscaras muertas que se lleva el viento.

Permanecen sin sanar y serán diagnosticados con precisión como terminales; no lograrán entrar en la vida eterna con los justos, aquellos que han sido sanados conforme al diseño original y correcto de Dios para la vida.

Los espiritualmente sanos (justos) viven en armonía con Dios y sus diseños, pero los malvados no: rehúsan la sanación, permanecen terminales y perecerán.