God’s Love and Law – Come And Reason Ministries
¿Alguna vez experimentaste confusión acerca del amor de Dios y Su ley?
¿Cómo entendés la relación entre Su ley y Su amor?
¿Los padres que aman a sus hijos imponen reglas en el hogar, como la hora de dormir, cepillarse los dientes, no jugar hasta terminar la tarea, no comer postre antes de la cena y no jugar en la calle?
Si el niño rompe una de estas reglas, y si el padre ama al niño, ¿qué hará el padre?
¿Impondrá una sanción, algún castigo artificial? ¿Pero con qué propósito? ¿Está el castigo destinado, en este contexto, a hacer cumplir la ley—es decir, el niño rompió una regla y la ley exige aplicación? ¿O el castigo se impone con amor como disciplina, es decir, para enseñar?
Si es disciplina, entonces no es un castigo punitivo—no se trata de vengarse por haber roto la ley o de aplicar pagos legales que la ley exige—sino que se hace para educar y proteger.
¿Y por qué hacen esto los padres? ¿Qué le pasa al niño si el padre no lo hace? ¿Sufre algún daño el niño si los padres no imponen reglas como cepillarse los dientes, restricciones alimenticias, horarios para dormir o evitar jugar en la calle? ¿De dónde proviene el daño si las reglas de los padres no se imponen ni se hacen cumplir? ¡Del quebrantamiento de las leyes de diseño sobre las que está construida la vida! Estas leyes de diseño son las leyes de Dios, las leyes de la vida, las leyes de la realidad misma. Sin embargo, los padres amorosos crean reglas artificiales con consecuencias impuestas artificialmente para proteger y enseñar a sus hijos—pero siempre con el objetivo de que el niño madure, crezca e internalice la realidad, la ley de diseño, en su corazón, mente y comprensión—para que, algún día, elija por sí mismo vivir una vida sana en armonía con las leyes de la vida.
¿Qué pasa si un niño rompe una de las reglas de los padres, como no jugar en la calle, y el castigo conocido por hacerlo es un chirlo, pero en lugar de eso el niño es atropellado por un auto y sufre múltiples fracturas—¿acaso el padre, para ser legal, para ser justo, saca el cinturón y golpea al niño mientras está herido en la calle? ¿Por qué no?
¿Y qué pasa con Dios? Si rompemos Sus mandamientos, ¿la ley y la justicia de Dios requieren que Él use Su poder para infligir castigo, o la transgresión de Sus leyes causa naturalmente el daño, dolor, sufrimiento y, en última instancia, la muerte, a menos que Él intervenga para sanar?
Si el niño ha sido atropellado por un auto tras desobedecer la regla de sus padres, ¿cuál es la acción amorosa que debe tomar el padre si la desobediencia del niño resultó en esa herida? ¿Cuál es la acción justa y correcta? ¿Por qué es tanto amorosa como justa la decisión de hacer todo lo posible por sanar el daño en lugar de buscar infligir castigo?
¿Tiene el padre permiso legal para hacer todo lo posible por sanar y salvar a su hijo si las heridas fueron consecuencia de la desobediencia del niño? ¿O la ley requiere que alguien sea castigado en lugar del niño antes de que el padre pueda ayudarlo? Aunque un padre amoroso jamás pensaría en golpear a su hijo que ha sido atropellado, ¿requiere la ley que el padre busque un sustituto legal, tal vez el hermano del niño herido, y lo castigue a él en lugar del niño herido y, solo entonces, una vez satisfecha la ley, pueda sanar y salvar al niño herido?
¿Y qué pasa con Dios? ¿Es legal que busque salvar y sanar directamente a los pecadores, o está limitado en Su capacidad para hacerlo hasta que alguien le pague la pena legal que exige la ley?
¿Y si esa colisión con el auto destruye ambos riñones del niño y va a morir de insuficiencia renal a menos que reciba un trasplante? ¿Cuál es la acción amorosa que debe tomar el padre? ¡Donar un riñón! ¿Cuál es la acción justa y correcta para salvar al niño del resultado de su desobediencia—donar un riñón, usar el poder para matarlo, o dejar que muera por su elección?
¿Es legal donar el riñón? ¿Qué ley exige que se suministre un riñón sano o el niño morirá? Y si el padre hace lo correcto y justo al donar un riñón para salvar a su hijo, ¿podemos decir que “pagó un alto precio para salvar a su hijo”? ¿Fue ese un precio legal o simplemente el precio de la realidad, lo que exigen las leyes de la vida y la salud para que el niño viva?
En todo este escenario, ¿está involucrado el amor? ¿Está involucrada la ley? ¿Y hay dos tipos de ley involucradas: las leyes de diseño del amor, de la física y la salud, y las leyes impuestas por los padres? ¿Las leyes impuestas por los padres, en este caso, son evidencia de amor?
¿Esto da una idea del amor y la ley de Dios y de Su uso de leyes añadidas a lo largo de la Biblia?
¿Qué pasa con un niño si no entiende la razón por la que los padres establecieron reglas en el hogar—si cree que no hay nada malo en no cepillarse los dientes excepto que sus padres se enojarán y lo castigarán? Si esa es siempre su creencia y nunca aprende la verdad sobre la caries dental, ¿qué pasará cuando crezca?
¿Llegará a apreciar, amar y confiar en sus padres por protegerlo del daño cuando él no podía protegerse, o llegará a resentirse con ellos por ser autoritarios, llegará a desconfiar de ellos como quienes exigen obediencia o habrá castigo; malinterpretará el amor como condicional, la aceptación solo como recompensa por un buen comportamiento, y esta mala comprensión ¿lo llevará a rebelarse y alejarse de sus padres? Esto es lo que sucede cuando enseñamos que las leyes de Dios son leyes impuestas que requieren que Él use Su poder para infligir castigo por el pecado.
En cambio, Dios usa Su poder para sanar y salvar a las personas de lo que el pecado causa naturalmente. El pecado daña, hiere, corta nuestra conexión con Dios, cauteriza la conciencia, deforma el carácter, endurece el corazón y conduce a la muerte a menos que Dios use Su poder para contener sus consecuencias y luego intervenga con Jesús para eliminar la infección del pecado y restaurar a la humanidad a la salud, a estar en lo correcto, a la justicia.
