Apéndice

¿Qué capítulo de Daniel da más información concerniente al juicio investigador?

Creo que la mayoría respondería: Daniel 8. En ese capítulo se encuentra el texto clave: «Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado» (Daniel 8:14).

No obstante, esa respuesta está equivocada. Aunque Daniel 8 revela información valiosa, su importancia radica en que nos da la fecha del juicio. En realidad, la mayor cantidad de referencias al juicio investigador en Daniel, se encuentra en el capítulo 7. Si sólo tuviéramos Daniel 7, podríamos probar la existencia del juicio de los creyentes previo al advenimiento, y también podríamos deducir el tiempo aproximado de ese juicio.

Daniel 7 repite Daniel 2, sólo que agrega detalles adicionales. En este capítulo, Daniel mismo sueña acerca de cuatro grandes bestias que salen del mar. La primera bestia era como un león; la segunda bestia como un oso; la tercera bestia como un leopardo, aunque tenía cuatro alas y cuatro cabezas; y la cuarta bestia era «espantosa, terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos grandes dientes de hierro; devoraba y desmenuzaba, pisoteaba las sobras con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que había visto antes de ella; y tenía diez cuernos» (versículos 4-7).

¿Qué significan esas bestias? En la explicación de la visión, Daniel se entera de que representan cuatro reyes o reinos que surgirán, y que «la cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra» (versículo 23). La primera bestia, el león, es Babilonia. La segunda bestia, el oso, simboliza a Medo-Persia. El que estuviese alzado de un costado más que del otro, muestra la diferencia de poder entre las dos naciones de ese imperio. Las tres costillas que llevaba entre los dientes (versículo 5) se cree que son Lidia, Babilonia y Egipto, tres naciones que fueron aplastadas por el poder Medo-Persa. El leopardo era el próximo gran imperio mundial, y simbolizaba a los griegos bajo la dirección de Alejandro Magno. La cuarta bestia, desde luego, era el último gran imperio: el romano.

Durante siglos, numerosos eruditos de la Biblia, judíos y cristianos, han estado de acuerdo en cuanto al significado de esta secuencia exacta de naciones. Esta interpretación no es exclusivamente adventista.

Note también, que la profecía de Daniel 7 es similar a Danie1 2. Daniel 7 brinda más detalles que Daniel 2, y provee el fundamento para el resto de las profecías que estudiaremos.

En Daniel 2 y 7, se pone énfasis en el cuarto reino. Y en ambos capítulos, aunque el cuarto reino es simbolizado por cosas diferentes, se observan similitudes. La primera, desde luego, es que se trata del cuarto poder en las dos visiones. En ambas sucede a Grecia. En ambos lugares se 10 describe como «fuerte» (Daniel 2:40; 7:7). Los dos pasajes tienen la palabra hierro en sus descripciones. Vea Daniel 2:40; 7:7 y 19. Ambos reinos desmenuzan a otros poderes. Vea Danie12:40; 7:19 y 23. Y ambos poderes son divididos entre «reyes» o reinos (Daniel 2:41 y 44; 7:24). Es claro que se describe al mismo poder.

Sin embargo, en Daniel 7 aparece otro poder. Este poder no se separa de la cuarta bestia, Roma pagana; más bien, surge directamente de entre los diez cuernos que son parte de la cuarta bestia. Este poder es el cuerno pequeño. «Mientras yo contemplaba los cuernos, otro cuerno pequeño salió entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros. Este cuerno tenía ojos como de hombre y una boca que hablaba con gran insolencia» (versículo 8).

Más adelante se menciona nuevamente que el cuerno pequeño surge de la cuarta bestia, «de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, ante el cual habían caído tres. Este mismo cuerno tenía ojos y una boca que hablaba con gran insolencia, y parecía más grande que sus compañeros. Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos y los vencía» (versículos 20 y 21).

Más adelante se explica lo que son la cuarta bestia y el cuerno pequeño. «La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. Los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y derribará a tres reyes. Hablará palabras contra el Altísimo, a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la Ley; y serán entregados en sus manos hasta tiempo, tiempos y medio tiempo» (versículos 23-25).

En Daniel 2 vimos que el hierro era el poder que surgiría después de Grecia, y aunque cambió de forma, todavía tenía hierro hasta el final. Todavía era el mismo poder. En Daniel 7 teníamos una bestia que representaba a Babilonia, otra bestia para Medo-Persia, otra para Grecia y otra para Roma. El poder conocido como el cuerno pequeño era parte de la cuarta bestia que surgió después de Grecia, pero hacia el fin del tiempo pasa a la etapa de cuerno pequeño. Lo importante es que en Daniel 7, al igual que en Daniel 2, el poder que surge después de Grecia permanece hasta el fin del tiempo, aunque en una forma diferente.

Notamos que la cuarta bestia, y el cuerno que surge de ella, ocupan un lugar central en Daniel 7. Se dedica más tiempo a ellos que al resto de las bestias combinadas, y se describe con mayor detalle el cuerno pequeño que cualquier otra bestia, incluso la cuarta. Obviamente, la identificación del cuerno pequeño es de importancia clave.

Por varios siglos, los estudiosos de la Biblia han comprobado, sin dejar lugar a dudas, que el cuerno pequeño simboliza el poder papal. Y con toda razón: se ajusta perfectamente.

La mayoría de los adventistas han entendido esta identificación. Sin entrar en detalles (hay mucho material disponible sobre el tema), hagamos un repaso:

  • Primero, el cuerno pequeño surgió de la Roma pagana. El papado también surgió de la Roma pagana.
  • El cuerno pequeño surgió de entre las diez tribus bárbaras que sucedieron al Imperio Romano pagano. El papado surgió entre las diez tribus, haciendo caer a tres de ellas, tal como el versículo 24 dijo que sucedería («Y derribará a tres reyes»).
  • Se dice que el cuerno pequeño es «diferente» de los otros cuernos, e indudablemente el papado, un poder único en su clase, difería de las tribus bárbaras.
  • El pequeño cuerno habría de ser más recio que los otros, y evidentemente el papado fue más poderoso que las tribus bárbaras; si no hubiera sido así, no podría haber derribado a tres de éstas.
  • El cuerno pequeño hablaría «palabras contra el Altísimo». Las aseveraciones papales concernientes a la función y al poder del Papa son «grandes palabras» contra Dios.
  • El cuerno pequeño «hacía guerra contra los santos», y la historia muestra cómo el papado guerreó contra los hijos de Dios.
  • Este poder «pensará en cambiar los tiempos y la Ley».

Cuando estudié esta profecía por primera vez, fui a la escuela católica, pedí un catecismo y busqué los Diez Mandamientos. Tal como se me había enseñado, el mandamiento que prohíbe la adoración de ídolos había sido eliminado. ¡Eso sí que es cambiar la Ley! Desde luego, todos los adventistas conocen las numerosas aseveraciones del Papa, acerca del cambio de la observancia del sábado al domingo, tales como: «La iglesia católica por más del mil años antes de la existencia de un protestante, por virtud de su divina misión, cambió el día de reposo del sábado al domingo» (The Catholic Mirror [El Espejo Católico], 23 de septiembre de 1893).

La señal definitiva de identificación, quizá la más importante, es que se da una profecía de tiempo concerniente a la actividad del papado. Los santos serían entregados en su mano «hasta tiempo, tiempos y medio tiempo» (versículo 25). En la descripción del cuerno pequeño, encontramos la primera profecía apocalíptica de tiempo en el libro de Daniel.

«Tiempo, tiempos y medio tiempo» es una frase reconocida por eruditos judíos y gentiles, con el significado de tres años y medio. Un tiempo es igual a un año, tiempos se refiere a dos años, y medio tiempo es la mitad de un año. En Apocalipsis 12 se hace referencia a este mismo período de tiempo y se iguala con «1260 días». En la profecía, tres años y medio es igual a 1260 días.

Daniel 7, entonces, señala un período de tiempo del cuerno pequeño, equivalente a tres años y medio o 1260 días. Durante muchos años, los adventistas y otros han aplicado el principio de día por año a esta profecía.

Si aplicamos el principio de día por año a los 1260 días, tendremos 1260 años. ¿Se ajusta esto a un período de tiempo para el papado?

En 1698, Drue Cressner, un estudioso británico de la Biblia que estudiaba las profecías en Daniel 7 y Apocalipsis, llegó a las siguientes conclusiones: el cuerno pequeño de Daniel se refería al papado; el principio de día por año debe ser aplicado a estas profecías; y algo de naturaleza drástica sucedería al papado alrededor del año 1800. En sus propias palabras: «El tiempo de la bestia termina alrededor del año 1800» (citado por LeRoy Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers [La fe profética de nuestros padres], tomo 2, página 595).

Sabemos que en el 538 d.C. el último poder arriano (uno de los tres cuernos derribados) fue expulsado de Roma, dándosele al papado la autoridad total sobre la ciudad. Exactamente 1260 años después, en 1798, el general francés Berthier tomó preso al Papa. Usted puede leer acerca de este suceso en publicaciones católicas que describen el cautiverio del Papa, quien murió en el exilio a manos de los franceses. (Sabemos que aunque el papado recibió una herida mortal, más tarde revivió. Daniel 7, que cubre miles de años en unos pocos versículos, no tiene espacio para detalles. Más adelante, en el Apocalipsis, especialmente el capítulo 13, se nos brinda un enfoque más detallado de lo que sucedió al final del período de 1260 años y la recuperación del papado.)

Drue Cressner, al aplicar las profecías al papado, predijo que algo sucedería «cerca del año 1800». ¡Su predicción sería como si alguien en 1888 hubiera predicho quién sería el presidente de los Estados Unidos en 1988!

«La razón por la que él pudo ser tan exacto, es que el papado cumple esta profecía perfectamente. Por siglos, los protestantes unánimemente aplicaron esta profecía al papado. Lutero, Zwinglio, Calvino, Melanchton y todos los reformadores, durante los siguientes tres siglos, entendieron que el cuerno pequeño de Daniel 7 se refería al papado. (Para un estudio limitado de por qué pocos protestantes aplican esta profecía al papado actualmente, vea mi librito «Manos sobre el Abismo», Pacific Press, 1988). Aun antes de la Reforma, un erudito judío llamado Isaac Abravanel, después de estudiar Daniel 7, escribió: «He llegado a la conclusión privada de que el cuerno pequeño se refiere al dominio del papado» (citado por LeRoy Froom, La fe profética de nuestros padres, tomo 2, página 228)».

Hasta el momento hemos visto, en orden cronológico, a Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma pagana y Roma papal. Esta es la secuencia exacta de Daniel 7:

Babilonia

Medo-Persia

Grecia

Roma pagana

Roma papal

Pero ¿qué viene después de Roma papal en la profecía? «Mientras yo contemplaba los cuernos, otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros. Este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba con gran insolencia. Estuve mirando hasta que fueron puestos unos tronos, y se sentó un Anciano de días. Su vestido era blanco como la nieve; el pelo de su cabeza, como lana limpia; su trono, llama de fuego, y fuego ardiente las ruedas del mismo. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; miles de miles lo servían, y millones de millones estaban delante de él. El Juez se sentó y los libros fueron abiertos… y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino es uno que nunca será destruido» (versículos 8-14).

El versículo 8 describe el poder del cuerno pequeño. ¿Qué viene inmediatamente después en los versículos 9 y 10? Vemos tronos que fueron «puestos». Vemos al «Anciano de días», a quien reconocemos como Dios. Vemos ríos de fuego; vemos «millones de millones» delante de él, y finalmente: «El Juez se sentó y los libros fueron abiertos». ¡Indudablemente, esta escena describe un juicio en el cielo!

¡Lea los versículos 8 hasta el 10 nuevamente! Se trata de una típica escena de juicio, y obviamente, considerando el contexto, este juicio ocurre en el cielo.

¿Y qué sucede después de esta escena de juicio celestial? Dios establece su reino, un reino «que nunca será destruido» (versículo 14). ¿Cuándo es que Dios finalmente establece su reino? En ocasión de la segunda venida de Jesús.

Observe el orden específico de eventos en estos pocos versículos. Esta parte es crucial. Tenemos este cuerno pequeño (el que surge de la cuarta bestia, según las tres descripciones citadas), luego una escena de juicio en el cielo, y finalmente Dios establece su reino.

Cuerno pequeño. Juicio en el cielo. Dios establece su reino. Lea estos versículos nuevamente hasta que pueda notar esta secuencia. Es importante que lo entienda.

Esta secuencia es tan crucial, que se repite nuevamente en el mismo capítulo. «Y veía yo que este cuerno [papado] hacía guerra contra los santos y los vencía; hasta que vino el Anciano de días, y se hizo justicia a los santos del Altísimo [juicio]; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino [el reino de Dios]» (versículos 21 y 22).

Nuevamente, en el mismo orden cronológico que antes: cuerno pequeño (papado), el juicio, y el reino de Dios.

Esta secuencia es tan importante, que la tenemos por tercera vez en el mismo capítulo. «Hablará contra el Altísimo, a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la Ley; y serán entregados en sus manos hasta tiempo, tiempos y medio tiempo. Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio, para que sea destruido y arruinado hasta el fin, y que el reino, el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo sean dados al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios lo servirán y obedecerán» (vs.25-27). Aquí tenemos una descripción del cuerno pequeño que termina con la primera profecía de tiempo en Daniel, lo que destaca una fase de la obra de este cuerno pequeño. Después del cuerno pequeño tenemos el juicio. Finalmente, Dios establece su reino. La secuencia, que se encuentra tres veces en Daniel 7, es esta:

  1. Roma papal (cuerno pequeño)
  2. Juicio en el cielo
  3. El reino de Dios establecido

Veamos la secuencia que tenemos en el capítulo 7 en comparación con el capítulo 2:

DANIEL 2 – Babilonia

DANIEL 7 – Babilonia

DANIEL 2 – Medo-Persia

DANIEL 7 – Medo-Persia

DANIEL 2 – Grecia

DANIEL 7 – Grecia

DANIEL 2 – Roma (pagana)

DANIEL 7 – Roma (pagana)

DANIEL 2 – Roma (Europa/papal)

DANIEL 7 – Roma (papal)

DANIEL 7 – Juicio en el cielo

DANIEL 2 – Reino de Dios

DANIEL 7 – Reino de Dios

Vemos en el diagrama anterior que todo lo que ocurre en Daniel 2 y Daniel 7 es cronológico. Se mueve a lo largo de una línea temporal, desde el pasado hasta el futuro. ¿Dónde es que este diagrama localiza al juicio en el cielo?

Primero fue Babilonia. Después de Babilonia estaba Medo-Persia. Después de Medo-Persia estaba Grecia. Después de Grecia estaba Roma, pagana y papal. Después de la Roma pagana y papal, viene el juicio en el cielo. Y finalmente, Dios establece Su reino.

Claramente, el juicio ocurre después de esta fase final del poder del cuerno pequeño, representado en la profecía del «tiempo y los tiempos y el medio tiempo» en Daniel 7, la primera profecía de tiempo apocalíptica en el libro. ¿Cuándo terminó esta fase del poder del cuerno pequeño?

Babilonia terminó en el año 539 a.C. Después de Babilonia, después del 539 a.C., vino Medo-Persia. Medo-Persia terminó en el 331 a.C. Después de Medo-Persia, después del 331 a.C., vino Grecia. Grecia terminó en el año 168 a.C. Después de Grecia (después del 168 a.C.) vino la Roma pagana y papal. El fin de esa segunda fase de Roma terminó en 1798 d.C. ¡Después de Roma, después de 1798 d.C., viene la escena del juicio en el cielo!

¿Puedes ver este punto? Después de Babilonia (539 a.C.) vino Medo-Persia. Después de Medo-Persia (331 a.C.) vino Grecia. Después de Grecia (168 a.C.) vino Roma. Después de Roma (1798 d.C.) vino el juicio en el cielo. Y después de ese juicio en el cielo. ¡Dios establecerá Su reino! Babilonia (539 a.C.) Medo-Persia (331 a.C.) Grecia (168 a.C.) Roma Pagana/Papal (1798 d.C.) Juicio en el cielo El reino de Dios

Lo repito para enfatizar: después del tiempo, los tiempos y la división del tiempo, la profecía del cuerno pequeño, que terminó en 1798, tenemos la escena del juicio en el cielo. ¡El juicio, por lo tanto, debe ocurrir después de 1798!

Podemos ver solo en Daniel 7, que un juicio en el cielo ocurre después de 1798, pero antes de la segunda venida de Jesús. Y estos criterios se ajustan a nuestra comprensión del juicio investigador de 1844, o lo que a veces llamamos el juicio previo a la venida. De hecho, encajan perfectamente.

¿Quién está involucrado en este juicio? El versículo 22 dice que «fue dado juicio a los santos del Altísimo». Otras versiones dicen que el juicio fue dado «en nombre de» los santos. o «a favor» de los santos. Obviamente, este juicio involucra a los santos; de lo contrario, ¿cómo podría dictarse sentencia a su favor o a su favor? Ellos están involucrados. ¿Se entiende? No pueden estar juzgando, porque aún no están en el cielo (Cristo aún no ha regresado). Vimos que el pueblo de Dios será juzgado en algún momento después del año 31 d.C. (el juicio de Daniel 7 se ajusta a ese criterio). Vemos que este juicio es a su favor, y como resultado de este juicio obtienen el reino. Parece que ellos mismos están siendo juzgados ante el universo que los observa. Y el resultado de esa sentencia es a su favor.

¿Suena familiar? Un juicio en el cielo de los creyentes, ante el universo que los observa, que ocurre cerca del fin de los tiempos (después de 1798). Debería, porque esta escena describe el juicio investigador.

¿Qué hemos aprendido hasta ahora?

1 – El juicio del pueblo de Dios ocurre después del 31 d.C.

2 – El juicio del pueblo de Dios ocurre después de 1798

3 – El juicio del pueblo de Dios ocurre antes de la segunda venida.

Esto fue publicado originalmente como capítulo 4 del libro «1844 Hecho Simple» de Clifford Goldstein. Usado con el consentimiento del autor.