Impresiones del Espíritu Santo

Fundamento bíblico

«Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.» (RV’60 Is 30:21)

«Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.» (RV’60 Jn 14:26)

Fundamentos en el Espíritu de Profecía

“El Señor no trabaja valiéndose del azar. Buscadlo muy fervientemente en oración. Él impresionará la mente, y dará lenguaje y expresión. Los hijos de Dios deben ser educados para que no confíen en invenciones humanas ni en pruebas inciertas como un recurso para conocer la voluntad de Dios acerca de ellos. Satanás y sus agentes siempre están listos para penetrar por cualquier abertura que se presente con el propósito de descarriar las almas de los puros principios de la Palabra de Dios. Los que son conducidos y enseñados por Dios no darán lugar a artificios para los cuales no hay un «Así dice Jehová» (Comentarios de Elena G. de White en CBA, t. 6, p. 1054)

“Hermanos, les digo que cuando el Espíritu de Dios se manifieste en medio nuestro, impresionará las mentes que estén dispuestas a recibirlo. Pero si sus mentes no se hallan listas para recibirlo, entonces estarán prestas para juzgar al mensajero y las palabras que ha pronunciado. En vez de acudir a Dios y pedirle que les dé un nuevo corazón y una nueva mente, para que la influencia transformadora de la gracia del Señor sea con ellos, comienzan a buscar faltas y defectos. El Espíritu Santo no los impresiona, pues no está en sintonía con las ideas de ellos, y se mantendrán en esa conducta hasta que no se resuelvan sus problemas, pues se creen con el derecho de juzgar. Así ocurrió en Mineápolis. 

Reconozco que el mismo espíritu se ha manifestado aquí, y que no debemos darle lugar ni por un momento entretanto digo estas cosas. Sé que mientras el Espíritu de Dios impresionará nuestras mentes, el enemigo vendrá y sacará el mayor provecho posible a cualquier pequeñez, y la levadura comenzará a obrar porque el diablo así lo quiere. Ahora, hermanos y hermanas, quiero prevenirlos. Deseo preguntarles si están satisfechos con su frialdad, con su falta de fe, con sus rebeliones. ¿No han tenido suficiente? Si no, el diablo les dará todo lo que ustedes quieran. No queremos más.” (SE1 90.2-91.1)

“A veces el corazón de los perseguidores es susceptible de recibir impresiones divinas como lo era el corazón de Pablo antes de su conversión” (3JT 400.4)

“Al atender a los enfermos, más que en cualquier ocupación secular, el éxito depende del espíritu de consagración y de sacrificio con que se hace la obra. Los que asumen responsabilidades necesitan colocarse donde puedan recibir honda impresión del Espíritu de Dios. Debéis tener tanto más vivos deseos que otros de la ayuda del Espíritu Santo y del conocimiento de Dios por cuanto vuestro puesto de confianza es de más responsabilidad que el de ellos.” (MC 409.3)

“De rodillas pídanle a Cristo que impresione sus corazones mediante su Santo Espíritu, y no se aparten de su ley” (SE1 208.1)

“Padre mío, Padre mío, por amor a Cristo, permite que tu Espíritu impresione las mentes de los que están en esta casa y que puedan preparar el camino del Rey y preparar el camino para que obres en las mentes humanas. Ayúdalos a eliminar las piedras de tropiezo y que éstas sean apartadas del camino. Están obstaculizando tu camino. ¡Oh, impresiona sus corazones de tal modo, de tal manera, que se arrepientan, se arrepientan, se arrepientan y se conviertan, antes de que sea eternamente demasiado tarde!” (SE1 329.3)

“Tenemos una obra que hacer. Eduquen, eduquen, eduquen a jóvenes para que se consagren al ministerio de la palabra. Edúquenlos para que lleguen a ser colportores, con el fin de que vendan los libros que el Señor por su Espíritu ha impresionado las mentes a escribir. Este material de lectura será dado así a una numerosa clase de personas que nunca oiría la verdad a menos que fuera llevada hasta sus puertas. Esta es la obra del evangelista” (CE 20.1)

“La conciencia es la voz de Dios que habla en medio del conflicto de las pasiones humanas; al desoírla se contrista al Espíritu de Dios.” (FV 60.2)

“Cuando la convicción toca las cuerdas sensibles de la conciencia, ¿por qué no prestarle oídos para escuchar la voz del Espíritu de Dios? Cada vacilación y postergación nos sitúa en una posición en la que nos resulta cada vez más difícil aceptar la luz celestial y, por último, parece imposible que las admoniciones y advertencias nos impresionen. Los pecadores expresan cada vez con mayor facilidad: “Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré” (Hechos 24:25). Conozco los peligros en que se encuentran los que rehúsan andar en la luz que Dios les ha dado. Ellos mismos provocan la terrible crisis por seguir sus propios caminos y proceder según su criterio personal. La conciencia resulta cada vez menos sensible y la voz de Dios parece cada vez más lejana; así es como el obrador de maldad queda liberado a su propia infatuación. Con obstinación resiste cada llamado, desprecia cada consejo y advertencia. Como el mensajero de Dios ya no impresiona su mente, rechaza cada provisión que garantiza su propia salvación. El Espíritu de Dios deja de ejercer su poder para refrenar. Como consecuencia, se escucha la sentencia: “Efraín es dado a ídolos; déjalo” (Oseas 4:17). ¡Oh, cuán obscura, sombría y obstinada es la independencia! Parece que la insensibilidad de la muerte se apoderara del corazón. Este es el proceso que sigue el que rechaza la obra del Espíritu Santo” (RH 29 de Junio de 1897)

Así como por la fe Abrahán salió al llamamiento de Dios, “sin saber dónde iba;” así como por la fe Israel siguió la columna de nube hasta la tierra prometida, estos gentiles salieron para hallar al Salvador prometido. En el Oriente abundaban las cosas preciosas, y los magos no salieron con las manos vacías. Era costumbre ofrecer presentes como acto de homenaje a los príncipes u otros personajes encumbrados, y los magos llevaron los más ricos dones de su tierra como ofrenda a Aquel en quien todas las familias de la tierra iban a ser bendecidas. Era necesario viajar de noche a fin de poder ver la estrella; pero los viajeros pasaban el tiempo repitiendo sus dichos tradicionales y oráculos proféticos relativos a Aquel a quien buscaban. En cada descanso, escudriñaban las profecías; y se afirmaba en ellos la convicción de que eran guiados divinamente. Mientras tenían la estrella por delante como señal externa, tenían también la evidencia interna del Espíritu Santo que estaba impresionando sus corazones, y les inspiraba esperanza. El viaje, aunque largo, fué para ellos muy feliz. DTG 42.1

Se me ha indicado que aun donde la gente oye el mensaje del predicador, el colportor debe realizar su obra en cooperación con el ministro; porque aunque el predicador presente fielmente el mensaje, la gente no lo puede retener todo. La página impresa es, por lo tanto, esencial, no sólo para despertarlos y hacerles comprender la importancia de la verdad para este tiempo, sino también para arraigarlos y fundamentarlos en la verdad, y corroborarlos contra los errores engañosos. Los libros y periódicos son los medios dispuestos por el Señor para tener constantemente el mensaje para este tiempo delante de la gente. En cuanto a iluminar y confirmar a la gente en la verdad, las publicaciones harán una obra mayor que el solo ministerio de la palabra hablada. Los mensajeros silenciosos, que son colocados en los hogares de la gente por medio del trabajo del colportor, fortalecerán la obra del evangelio de todas maneras, porque el Espíritu Santo impresionará la mente de quienes lean los libros, como impresiona la mente de los que escuchan la predicación de la Palabra. El mismo ministerio de los ángeles que acompaña a la obra del predicador, acompaña también a los libros que contienen la verdad.—Testimonios Selectos 4:356 (1900).

Así hoy el Señor no impresiona todas las mentes de la misma manera. A menudo mediante experiencias insólitas, bajo circunstancias especiales, da a algunos estudiantes de la Biblia visiones de la verdad que otros no alcanzan. Es posible que el maestro más sabio no alcance a enseñar todo lo que debiera enseñar. CM 418.4

Cuando hicieron la promesa, fueron bendecidos con abundancia; pero los sentimientos cambian rápidamente cuando están arraigados en terreno profano. A medida que la impresión inmediata del Espíritu Santo pierde intensidad, a medida que la mente y el corazón vuelven a absorberse en los negocios mundanales, les resulta más difícil mantener la consagración a Dios de sí mismos y de sus propiedades. Satanás los asalta con su tentación: “Fuisteis unos necios al prometer ese dinero, porque lo necesitáis para invertirlo en vuestros negocios; y si pagáis esa promesa experimentaréis pérdida”. CMC 327.3

La misma Inteligencia divina que obra en las cosas de la naturaleza habla al corazón de los hombres, y crea  en él un deseo indecible de algo que no tienen. Las cosas del mundo no pueden satisfacer su ansia. El Espíritu de Dios les suplica que busquen las únicas cosas que pueden dar paz y descanso: la gracia de Cristo y el gozo de la santidad. Por medio de influencias visibles e invisibles, nuestro Salvador está constantemente obrando para atraer el corazón de los hombres y llevarlos de los vanos placeres del pecado a las bendiciones infinitas que pueden obtener de El. A todas esas almas que procuran vanamente beber en las cisternas rotas de este mundo, se dirige el mensaje divino: «El que tiene sed, ¡venga! ¡y el que quiera, tome del agua de la vida, de balde!» Vosotros, en cuyo corazón existe el anhelo de algo mejor que cuanto este mundo pueda dar, reconoced en este deseo la voz de Dios que habla a vuestra alma.  CC 27.3 – CC 28.1

María no conocía el significado pleno de su acto de amor. No podía contestar a sus acusadores. No podía explicar por qué había escogido esa ocasión para ungir a Jesús. El Espíritu Santo había pensado en lugar suyo, y ella había obedecido sus impulsos. La Inspiración no se humilla a dar explicaciones. Una asistencia invisible habla a la mente y al alma, y mueve el corazón a la acción. Es su propia justificación. DTG 515.1

¿Y qué acerca de las siguientes citas del Espíritu de Profecía?

Cita 1

“Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad, pero que alejarán de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20). Si empequeñecen la ley de Dios, si no prestan atención a su voluntad como ha sido revelada en los testimonios de su Espíritu, son engañadores. Están controlados por el impulso y las impresiones, los cuales creen que provienen del Espíritu Santo, y los consideran más dignos de confianza que la Palabra inspirada. Pretenden que todos los pensamientos y sentimientos constituyen una impresión del Espíritu; y cuando se los hace razonar poniendo las Escrituras como base, declaran que poseen algo más digno de confianza. Pero mientras piensan que son conducidos por el Espíritu de Dios, en realidad están siguiendo fantasías promovidas por Satanás (Bible Echo, Septiembre de 1886).” (2MS 112.4)

Allí no está diciendo que el Espíritu Santo no impresiona la mente. Lo que allí dice es que habrá personas que pretenderán que todos sus pensamientos y sentimientos son impresiones del Espíritu Santo y que las pondrán por encima de la Biblia. De hecho, Elena G. White, en esa misma cita, nos explica la manera en la que podemos detectar estas falsedades.